Günter Grass debe devolver el Premio Nobel
Günter Grass, Premio Nobel de Literatura y Premio Príncipe de Asturias en el año 1999, ha confesado recientemente que en su juventud perteneció a la Waffen-SS. Esto ha provocado uno de los debates más bulliciosos de la última época en Alemania.
La SS (Schutzstaffel) tenían una complicadísima estructura, que podéis consultar aquí (alemán), y la Waffen-SS era una organización paramilitar que no era ni más ni menos que el brazo armado de la SS. La historia de este cuerpo de seguridad es larga, y da comienzo porla necesidad de Hitler de disponer de un grupo de hombres dedicado a su seguridad personal. A partir de 200 hombres, el grupo crecería hasta convertirse en una entidad propia con el nombre de guardia de protección, o SS. A finales de 1933, la SS contaba con 52.000 hombres reclutados.
En 1934, en la "Noche de los cuchillos largos", la SS dio cuenta de miles de hombres de la SA (Sturmabteilung), entre los que se encontraba Ernst Röhm (foto abajo), antiguo camarada de Hitler, y que se encontraba enfrentado a él en un intento por dinamitar sus buenas relaciones con el ejército alemán. Estos "éxitos" permitieron a Himmler (lider de la SS desde 1929) crear subdepartamentos en ls SS, como la Sicherheitsdienst (SD) y la policía alemana. La policía se dividía en la Ordnungspolizei (policía regular) y la Sicherheitspolizei (policía de seguridad). Esta última englobaba la Kriminalpolizei, o Kripo, y la Geheime Staatspolizei (Gestapo).
La historia de la Waffen-SS es la historia de las mayores atrocidades nazis, y desde luego, con sus 38 divisiones al final de su historia, es un nombre casi maldito en Alemania. Por eso, al encontrar relacionado con esto el nombre de Günter Grass, ha habido las reacciones que hemos podido leer.
Antes de repasarlas, decir que Günter Grass estuvo tres meses en ese cuerpo. Sin haber pegado un solo tiro. A los 17 años. Como contraste, Joseph Alois Ratzinger pasó desde los 14 a los 17 años (de 1941 a 1945) en las juventudes hitlerianas. Sin mancha alguna en su historia, ya que era seminarista, y estaba mal visto por el régimen. Pero pasó casi cuatro años, al fin y al cabo... frente a los 3 meses del joven Günter Grass.
Es curiosa la hipocresía general que condena a Grass y olvida la juventud del Papa. Seguramente estos dos casos son muy parecidos. Pero Grass ha sido reconocido como la conciencia de Alemania, aquél que siempre ha hablado claro acerca de la culpabilidad alemana en la Segunda Guerra Mundial, y ahora hay muchas voces que condenan la confesión del escritor de haber pertenecido al brazo armnado del cuerpo de seguridad de Hitler. Incluso piden que devuelva el premio Nobel de Literatura, como ha pedido Wolfgang Börnsen en el diario Bild, y recogido por el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Algo parecido opina Hellmuth Karasek, crítico literario, ya que según él, la academia no habría concedido el premio a alguien que hubiese pertenecido a la SS.
A los 78 años, una persona reconoce en su juventud perteneció al brazo armado de la SS, en el que no se enroló por voluntad propia, ya que en la última época, debido a la falta de afiliaciones, se enrolaba a los jóvenes por conscripción. Para muchos es tarde, para otros eso supone una falsedad en su cruzada moralista. ¿Alguien se ha planteado que quizás a raiz de su militancia en el cuerpo, la moral ha podido surgir en la cabeza del joven Grass de la misma manera que (supuestamente) ha pasado con el Papa? Los motivos de tanta crítica parecen más envidia o hipocresía que legítima preocupación, y desde luego, más vale tarde que nunca para estas cosas, cuánta gente debería aprender algo de este hombre que ha conseguido quitarse un peso de encima, por fin. Eso, o bien ha conseguido una extraordinaria publicidad para su biografía "Con la piel de la cebolla", que se publicará en septiembre.
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