viernes, septiembre 14, 2007

Cambiar de vida


Indescriptible. Cuánta hipocresía y mala gente... Como dice una frase de una de mis películas favoritas:

"Has elegido... ¡mal...!

El despido interior

Después de una semana un tanto intensa por una serie de razones que no vienen al caso de momento, y además por la vorágine de información que se generó ayer por la decisión en cuanto a la posible sanción deportiva a McLaren, y que se saldó siendo deportiva y económica, llega el viernes y es el momento en que me paro a pensar en lo que ha dado de sí la semana, y en lo que va a dar de sí mi futuro inmediato.

Y para colmo, me encuentro una entrada en el blog de Consultor, que provoca en mí esa sensación que se está volviendo tan habitual de que en el fondo no somos tan diferentes unos de otros. Me explico.

Lotfi El-Ghandouri acaba de publicar un libro que, por lo que leo, será lo suficientemente interesante e instructivo como para que me lo compre. Se trata de El despido interior, una "enfermedad" crónica de nuestra sociedad, y aunque os parezca que me columpio, no puedo estar más de acuerdo con Consultor, y de hecho ayer, delante de un plato de mojama riquísimo lo hablaba con un amigo. No en esos términos, pero sí en el sentido de que es algo que cualquiera que trabaje en la órbita de mis trabajos actuales puede notar en los demás. Y quizás, si me apuráis, se extienda al resto de los aspectos de la sociedad.
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Después de una semana un tanto intensa por una serie de razones que no vienen al caso de momento, y además por la vorágine de información que se generó ayer por la decisión en cuanto a la posible sanción deportiva a McLaren, y que se saldó siendo deportiva y económica, llega el viernes y es el momento en que me paro a pensar en lo que ha dado de sí la semana, y en lo que va a dar de sí mi futuro inmediato.

Y para colmo, me encuentro una entrada en el blog de Consultor, que provoca en mí esa sensación que se está volviendo tan habitual de que en el fondo no somos tan diferentes unos de otros. Me explico.

Lotfi El-Ghandouri acaba de publicar un libro que, por lo que leo, será lo suficientemente interesante e instructivo como para que me lo compre. Se trata de El despido interior, una "enfermedad" crónica de nuestra sociedad, y aunque os parezca que me columpio, no puedo estar más de acuerdo con Consultor, y de hecho ayer, delante de un plato de mojama riquísimo lo hablaba con un amigo. No en esos términos, pero sí en el sentido de que es algo que cualquiera que trabaje en la órbita de mis trabajos actuales puede notar en los demás. Y quizás, si me apuráis, se extienda al resto de los aspectos de la sociedad.

El otro día hablaba yo de los roles que parece que todo el mundo está predispuesto a adoptar, porque así debe ser. Roles predeterminados por otros que no son tú mismo, y que en la mayoría de las ocasiones provocan una resignación inconsciente, o subconsciente (la verdad es que no se si en esto actúa el subconsciente, o el "inconsciente"). La reseña al libro de El-Ghandouri no puede llegar en un momento más oportuno. Por eso estoy bastante sorprendido de que alguien haya plasmado en todo un volumen unas ideas que fueron tomando forma en mi cabeza durante aproximadamente los últimos seis meses de manera más o menos natural, y que además, seguro que están mejor explicadas, mucho más documentadas, y escritas desde una experiencia mucho más dilatada que la mia.

A veces, da miedo ver que las cosas que piensas y que te hacen dudar durante meses le han pasado a gente que no tiene nada que ver contigo, que está a algún grado de separación de tí mayor que 1. Pero también da ánimos comprobar que esas personas han salido de esa situación, y que lo que uno pone para solucionar su propio caso no está tan desencaminado. Al fin y al cabo, sin arriesgar no se gana, y sin trabajo y convicciones, no se va a ninguna parte.

Menudo ladrillo que me ha salido, válgame...

jueves, septiembre 13, 2007

Frases (VIII): la autoexplicativa

"Para entender la recursividad tienes que entender la recursividad".
- Dicho popular en la FIC, desvelada por Dani.

lunes, septiembre 10, 2007

Los roles y los papeles predefinidos

Hoy me pasó una cosa curiosa. Estaba hablando por el messenger con un buen amigo, que me contaba que había quedado este fin de semana con una chica. A esa chica y a su amiga las conocimos tiempo atrás un fin de semana (o a lo mejor era un jueves) en un local al que solemos ir a tomar una copa, y con ellas estuvimos un buen rato hablando, pasamos un buen momento, y después nos fuimos cada uno a su casa.

Este amigo mio le pidió el teléfono a una de ellas, y bastante tiempo después (algunos meses) han empezado a quedar. Hasta aquí todo es normal. La cosa curiosa fue que este amigo me cuenta que, hablando con ella, comentaba la chica lo extraño que les había parecido que yo no pidiese ningún teléfono, en concreto el de la otra chica...

Al principio me molestó. ¿Hay algún sitio en el que sté escrito que un tipo, por el hecho de hablar con una chica en una discoteca, tenga que pedirle el teléfono? ¿No podría yo extrañarme de que no hubiesen hecho lo mismo conmigo? Sinceramente, la parte que me parece mal es la de siempre, la de la eterna comodidad de ellas... pero eso se me pasó pronto.

Después me hizo gracia y me hizo pensar en que en la sociedad en la que vivimos, la gente se adapta gustosamente a roles, clichés, papeles, o como queráis llamarle, y ahí se quedan, dejando que la vida los guíe por lo que se supone que deben hacer. Para mi, es ni más ni menos, triste. Yo estoy muy contento de poder decir bien alto que mi vida la marco yo, que mi guía es sólo mía, y que de momento me va mejor que bien, al menos a nivel personal.

Pero da que pensar el hecho de que la inmensa mayoría de la gente acepte el rol en el que les toca vivir, y que no pongan nada, o pongan poco, de su parte, para conseguir sus objetivos.

Qué curioso, oiga...

domingo, septiembre 09, 2007

Cómo escribir un post que genere conversación

Hay una cosa que me llama muchísimo la atención de escribir en blogs. Tú bien puedes hacer un post lleno de intención, con una carga de opinión brutal y tocando una serie de temas que crees que van a ser interesantísimos y que van a generar debate, y otro post con un apunte que te ha parecido curioso.

Las expectativas que le pones a cada uno de los posts son diferentes. En el primero, esperas un debate animado, con gente dando sus puntos de vista y enriqueciendo la conversación, y en el segundo, esperas que haya alguna que otra opinión, pero sin más que ser del estilo "estoy de acuerdo", "no lo estoy", etc.

A la hora de la verdad, es todo completamente al revés, y para muestra, dos botoncillos:


Las reacciones son las que yo esperaba, pero con los papeles cambiados. ¿Por qué? Se me ocurren varias teorías, pero una de ellas tendrá que ver con la hora de la publicación, que uno de los posts (el primero) hablaba de una posibilidad y que después de la carrera no había ya mucho que comentar,... Llevo ya un tiempo metido en este tipo de blogs comerciales y todavía no se demasiado bien cómo dar en el clavo. Lo que sí que es verdad es que cuanto más abierto sea el post, más reacciones coleccionará.

Así que realmente, no se cómo escribir un post que genere conversación, yo no tengo una fórmula exacta (a eso me refiero), alguna intuición tenemos, os lo aseguro, pero sí que es cierto que, al menos, sabemos exactamente qué tipo de posts no van a generar conversación. Algo es algo...

viernes, agosto 24, 2007

Vacaciones

Hoy mismo empieza la segunda parte de mis vacaciones, esa parte en la que uno se desplaza fuera de donde vive y se va a ver a la familia. También coincide con el desplazamiento a la mejor costa de España, y el desplazamiento al lugar donde mejor se come de toda España.

Para la vuelta, se avecinan novedades con respecto a este blog (novedades radicales). Y la vuelta será... dentro exactamente de una semana.

¡Hasta entonces!

miércoles, agosto 22, 2007

Miniquedada bloguera

Esta tarde/noche quedamos algunos blogueros (y cúpula) de WSL para tomar unas cañitas y tener un momento de esparcimiento dicharachero. Este tipo de encuentros son muy sanos, permiten que la gente se ponga caras unos a otros (quien no se las sepa ya, como yo, que ya conozco a unos cuantos).

Además, sirven para demostrarse a uno mismo que la gente con la que hablas a lo largo del año vía MSN o Google Talk, existe y tiene cara. ¡A ver qué sacamos en limpio de la tarde! En principio viene Julio, Antonio, Igor, Lola, esperamos que Sergio llegue a tiempo, Víctor y creo que no me dejo a nadie (yo voy también, obviamente).

Me llevo la cámara.