lunes, agosto 14, 2006

Three... extremes (Hong Kong-Corea-Japón)


En cuestion de cine, no soy demasiado tradicional, pero tampoco demasiado freaky. En pocas palabras, veo bastantes tipos diferentes de cine, de entre los que se encuentra el cine alemán, el cine español, el omnipresente cine estadounidense, y desde hace bien poco, el cine chino. Pero, por ser poco freaky, no soy de los que ve ciertas películas porque hay que verlas, sino más bien, las veo porque alguien me las presta, me las recomienda, o simplemente, me comenta qué le parece.

Todo es culpa de Padichan, un personaje que seguramente prefiera quedarse en el economato, y que estudia chino (aun no se muy bien si es por hobby, o porque el tío es listo y sabe que el mercado chino es el mercado de futuro). Posiblemente por estudiar chino debe gustarle ver cine chino, ya que sabemos que el cine refleja gran cantidad de costumbres del país en el que se hace. No hay más que ver una película made in Germany, para, si conoces un mínimo de la cultura de ese país, identificar muchísimos detalles que saltan claramente a la vista. De esto me doy cuenta después de haber vivido poco más de un año en ese lugar. Detalles pequeños, o bien algo más grandes, como la característica estructura de las estaciones de tren, las papeleras, la gente en las calles, todo es un reflejo del día a día en cada país. Incluso las maneras de la gente, al dirigirse unos a otros, es única.

Esto es lo bueno del cine. Y a veces, se hace raro ver películas que no son occidentales, porque tratan temas que aquí son abominables, o casi, o porque sencillamente son temas que no entran dentro de nuestro folklore. Claro, nuestro folklore es a veces muy, muy pobre.

Para no enrollarme más, la película que he empezado a ver se titula “Three... extremes” (Tres extremos). Es una película de terror, compuesta por tres episodios, cada uno dirigido por un director diferente. El primer corto es de Hong Kong, el segundo es coreano, el tercero es japonés. De momento sólo he visto el primer episodio, por falta de tiempo, pero puedo decios que es bastante, cuando menos, desagradable. Por no desvelar gran cosa de argumento, trata de los intentos de una actriz de cierta edad por recuperar su juventud, ayudada por una enigmática mujer a la que se conoce como tía Mei, y que es famosa por sus maravillosas empanadillas de masa hervida. Con ella comienza un tratamiento rejuvenecedor que pronto se tornará una obsesión y una forma de vida... bastante terrorífica. Y no es para menos, mis pelos se pusieron como escarpias en la (desagradable) escena final...

Como me gustó bastante, empecé a ver el segundo capítulo, el coreano “Cut”, pero no pude seguir, por, como dije, falta de tiempo y exceso de sueño. Por el momento, la historia se centra en un director de películas de terror, y de momento, lo he dejado en su lujosa mansión en la que , de repente, se va la luz y el director sospecha que no está solo en el caserón. No es por nada, pero si no supiese que el director está rodando una pelíula de vampiros, y que resulta que el plató en el que ruedan es sospechosamente idéntico a su propia casa, no tendría canguelo ninguno ver esa pelicula. Podrían ser ladrones... ¡o no! De momento, el protagonista parece más asustado que yo, así que a ver qué pasa.

Cuando termine de verla, os la acabo de contar. De momento, viva la diversidad de cine, viva el cine serie B, el alternativo y el poco comercial, y gracias a Padichan, está macanuda, tio...

1 comentario:

Anónimo dijo...

por alusiones......de nada Esteeeeeeeban....son 10mil.....jeje

saku2.
Padichan